La fotografía es hoy en día indispensable para guardar esos momentos de disfrute que pasamos en nuestros viajes o sencillamente momentos gratos con nuestros seres queridos, las tecnologías actuales.
Y como todo oficio y arte ha estado en constante evolución, por ejemplo los cerrajeros Gracia reconocen que en su profesión es imprescindible estar al paso con los adelantos tecnológicos.
Lo mismo sucede con la fotografía, sigue avanzando a pasos agigantados logrando una excelente calidad tal como la conocemos hoy.
¿Le gustaría conocer la interesante historia sobre el origen de la fotografía? Conocer esta emocionante historia nos permitirá apreciar mucho más esta valiosa herramienta para nuestro disfrute.
Los pasos iniciales de la fotografía
Aunque hubo muchos precursores en el arte de la fotografía por ejemplo la cámara oscura es la predecesora de la cámara fotográfica el físico italiano Giambattista Della Porta perfeccionó la cámara oscura.
Por cierto fue enjuiciado por hechicería ya que en su época entre 1535-1615 causó sobre salto su descubrimiento. Sin embargo el trabajo cin el fundamento que habían dejado muy temprano otros famosos.
Aristóteles 384-322 antes de cristo, Alazhén científico arabe del siglo X y Leonardo Da Vinci pintor del siglo XV establecieron principios que sirvieron para desarrollar y la invención del lente en el siglo XVI puso todo en marcha.
Importante acontecimiento para la fotografía
Para el año 1816, Joseph-Nicéphore Niepce el físico francés había comenzado a buscar una forma de hacer fotos que fueran permanentes. Un gran descubrimiento ocurrió cuando estaba haciendo experimentos en el campo de la litografía y se encontró con una sustancia sensible a la luz, conocida como betún de Judea.
Fue más o menos a mitad de 1820, metió dentro de una cámara oscura una placa de peltre cubierta con ese betún y la dejó ocho horas frente a la ventana de su casa.
La imagen borrosa que obtuvo de un edificio, un árbol y un granero no estaría a la altura de los estándares que hoy se manejan pero Joseph Niepce tenía toda razón para sentirse orgulloso.
Es bastante probable que aquella fuera la primera fotografía permanente de la historia. Para mejorar este gran invento, Niepce se asoció en 1829 con un dinámico empresario de nombre Louis Daguerre.
Tras la muerte de Niepce en 1833 su colaborador Louis Daguerre continuó con los ensayos y logró mejoras muy importantes. Uno de sus logros fue utilizar placas de cobre recubiertas con yoduro de plata.
El yoduro de plata resulto ser más sensible a la luz que el betún de Judea. Luego se pudo descubrir y pudiéramos decir que casi accidentalmente que, al utilizar vapores de mercurio en la placa expuesta, aparecía de manera más clara una imagen antes apenas visible
Este descubrimiento permitía que pudiera reducirse considerablemente el tiempo de exposición. Daguerre se percato más tarde de que lavando la placa con agua con sal, la imagen nos oscurecía con el tiempo.
La fotografía ya estaba lista para conquistar al mundo y la verdad es que aunque los avances en el siglo XX y XXI han sido impresionantes no podemos olvidar toda esta interesante historia.