Es esencial conocer los puntos vulnerables de las segundas residencias, para poder equipar de una forma adecuada en temas de seguridad, ya que este conocimiento resulta de gran ayuda para la protección de los habitantes del hogar, así como para los bienes.
Por consiguiente, es crucial identificar las áreas más susceptibles, tener este tipo de información nos ayudará a implementar medidas de seguridad efectivas, como cerraduras robustas, sistemas de vigilancia y esfuerzos estructurales para disuadir cualquier intruso y minimizar el riesgo de robos o incidentes no deseados.
¿Cómo reconocer los lugares vulnerables de la propiedad?
Los expertos recomiendan hacer un “mapa” de los accesos más vulnerables de la propiedad, pues la mayoría de los españoles considera que su vivienda tiene algún punto vulnerable y fácil de aprovechar por los ladrones.
Una de las zonas que más preocupa a los propietarios de las segundas residencias son las terrazas, luego sigue la puertas que están a pie de calle, balcones y patios, por su parte las ventanas, también son un punto vulnerable.
En el caso de los chalés y adosados, las ventanas son un punto susceptible, mientras que en el caso de los pisos los dueños se preocupan más por las escaleras de emergencia, es importante reconocer los puntos que sean manipulables por los ladrones.
Es por ello, que el hecho de conocer y abordar estos puntos vulnerables, y tomar medidas adecuadas para la seguridad y neutralizarlas o al menos mitigarlas, permite disfrutar de una segunda residencia con mayor confianza y disfrute para las personas, sabiendo que tendrán las medidas adecuadas para su protección.
Tipos de viviendas que son más vulnerables a las intrusiones
De acuerdo a los datos aportados por los cuerpos de seguridad del país, los chales o las villas son el tipo de vivienda que más robos sufre, con un 50% más que los apartamentos y en menor porcentaje los adosados.
Cuando se toman en cuenta los horarios en el que hay mayores intrusiones, el horario es similar en todos los tipos de vivienda, la mayor concentración de robos se suele producir entre los viernes y sábados en un horario entre las 20 y 23 horas.
Es una franja de tiempo que casualmente coincide con los momentos en los que las personas se ausentan de las viviendas para realizar sus actividades de ocio o disfrute durante un fin de semana libre.
Por consiguiente resulta relevante conocer que los días domingos, son los días en los que ocurren menos robos a diferencia de otros días de la semana.
En resumen, hay grandes probabilidades que los robos de segundas residencias ocurran durante los días festivos y no tanto en días laborales, los expertos indican que las intrusiones ocurren comúnmente durante los días feriados.
De igual forma, resulta relevante mencionar que las casas que están cercanas a plazas y avenidas suelen ser las que están más expuestas a intrusiones, así como las propiedades que están en lugares aislados.
En resumen, es importante conocer los puntos vulnerables de las viviendas para garantizar la seguridad de los residentes, pues esto les ayudará a tomar medidas preventivas y de protección contra algunos accidentes o intrusiones.